Baden-Powell ¿Premio Nobel de la Paz?
20 febrero, 2015

Con ocasión del Día del Pensamiento reproduzco el excelente articulo de Juan J Pérez publicado en blog.larocadelconsejo.net

 Por Juan J Pérez-Gato legendario 
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El próximo día 22 de febrero es el aniversario del nacimiento de Baden-Powell

Buff! ¿Y a nosotros qué?”

“Sólo es un militar de hace la tira de años, al que se le ocurrió organizar a los chicos para conseguir militares para su imperio y así fundó los scouts”. “Menos mal que en los últimos años, y gracias al buen hacer de los dirigentes modernos ha pasado a ser una organización respetable y que se preocupa de la educación en valores de los chicos

Esa podría ser (me consta porque lo he leído multitud de veces), hoy día, la contestación de muuuuchos scouts y scouters acerca del ideólogo del escultismo.

Su figura en muchos ámbitos del escultismo actual ha quedado relegada a un papel muy secundario como mero fundador, y quiero aprovechar la ocasión para traeros a este blog algunas reflexiones y hechos acerca del personaje. Especialmente para aquellos a los que sólo “les suena” y no se han parado a indagar, o por lo menos no lo suficiente.

Por ejemplo muchos no saben que el viejo Jefe fue nominado en varias ocasiones para el Premio Nobel de la Paz.

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¿Al Nobel de la Paz?

Pues sí, tal era la relevancia del personaje en su época. Pero vamos por partes.

Algunos se rasgan las vestiduras y reniegan del personaje por un solo motivo: lo juzgan de manera injusta, principalmente por su labor o acciones como soldado. Y digo injusta porque no podemos juzgar los hechos del ayer con los ojos del presente ni fuera de su contexto. Si analizamos a un personaje cualquiera fuera de su contexto histórico las conclusiones serán erróneas.

Os pondré un ejemplo:

Hoy en día oímos con cierta frecuencia en los medios de comunicación que tal o cual población vive “en condiciones inhumanas” porque no dispone de agua corriente, alcantarillado o electricidad. Esa es la realidad hoy, pero sin embargo ello significaría que ¡casi toda la humanidad de antes del siglo XX (el agua corriente no llegaría hasta finales del XIX y principios del XX a las grandes urbes) vivía “en condiciones infrahumanas”!, lo cual evidentemente es un absurdo. ¿Me explico?

Pues SÍ. Baden-Powell fue militar, pero su labor en el escultismo sobrepasa con creces cualquier supuesta connotación negativa que se quiera ver en ello.
En primer lugar quiero dejar claro que no existe nada malo en ser militar. Se trata de una profesión que surge por la necesidad histórica de la defensa del territorio, aunque su uso en determinadas ocasiones pueda considerarse bárbaro o ilógico. En todo caso, como bien se encargó de decir el Jefe:

“soy pro-militar, no pro-belico”, “todo hombre con corazón es antibelicista

bp-ww1-posterSin embargo, en algunos círculos aún se asegura que la idea de BP al fundar el escultismo era la creación de un “ala juvenil” destinada a proveer al ejército británico.
Y si bien es verdad que en la mente del militar victoriano resonaba la frase “la mejor manera de mantener la paz es estar preparado para la guerra”, no es menos cierto que BP demostró ser un hombre capaz de ver que la pronta extensión internacional del escultismo exigía una evolución de pensamiento.

Evidentemente su idea inicial se restringía al Imperio Británico y la necesidad de educar a una juventud con carácter y determinación, capaz de mantener dicho Imperio y ayudar a una convivencia más justa. Siendo militar educó para el amor al orden civil.

En 1908 la idea de una hermandad internacional no era ni siquiera un esbozo. De hecho en la Ley original, el 4º artículo decía simplemente:

el scout es amigo de todos y hermano de cualquier scout sin importar su clase social”.

Pero la fulgurante expansión por todo el mundo le hizo replantearse su esquema. Enseguida vería las posibilidades que se abrían en el campo de las relaciones entre los pueblos.

Tras la 1ª Guerra Mundial y sus horrores, diez años después de la publicación de su “Escultismo para muchachos”, el Jefe hizo de la Paz su misión, y el artículo citado pasaría a su formato:

sin distinción de país, clase social o credo

 

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En todo caso aquí tenéis algunos textos anteriores a la guerra en los que vosotros mismos podéis constatar cual era la visión de BP sobre éste tema. Éstos y muchos más los podéis encontrar en un estupendo compendio realizado por Mario Sica titulado “Playing the Game” y que os recomiendo encarecidamente (aunque por desgracia creo que no está en español).

El primero de ellos se refiere al despilfarro en material de guerra y su mejor uso en el campo educativo:

“La paz internacional sólo puede construirse sobre un fundamento, el del deseo internacional de paz por parte de todos los pueblos y con tal fuerza que suponga una directriz a sus gobernantes.
Si nos entregaran a nosotros el precio de un acorazado con el fin de desarrollar esa camaradería y amistad internacionales entre las generaciones emergentes, creo que en los scouts se haría mucho más para prevenir la guerra que todos esos acorazados juntos (Gaceta de la Dirección 1911)”.

Pero también aboga por educar a los chicos para que tengan un profundo sentido de la justicia y un espíritu crítico objetivo a la hora de abordar los conflictos, con el fin de evitar situaciones bélicas futuras:

La justicia y el juego limpio no siempre forman parte del currículum académico. Si nuestros chicos fueran educados de modo habitual para ver el punto de vista de los demás antes de imponer su propio juicio en una disputa, ¡qué gran diferencia habría!.


En casi todos los problemas de la vida, la capacidad de juicio es esencial, bien sea a la hora de elegir un partido político, una religión, la profesión, o un deporte. Y la mitad de los fallos y las tres cuartas partes de nuestros éxitos parciales entre nuestros hijos se deben a la necesidad de ese juicio. Queremos que nuestros hombres sean hombres, no borregos.

Y en lo concerniente al importante asunto de la Paz internacional, me parece que antes de que podamos abolir las armas, antes de los tratados, antes de construir palacios para que se sienten los delegados de la paz, el primer paso de todos es educar a las generaciones emergentes de cada nación a guiarse en todos los aspectos por un absoluto sentido de la justicia. Cuando los hombres tienen ese sentido, de mirar a la cuestión de manera imparcial antes de tomar parte, arraigado a la hora de conducirse en todos los asuntos de la vida, entonces, cuando llega una crisis entre dos naciones, estarán más predispuestos de modo natural a reconocer la justicia del caso y adoptar una solución pacífica, la cual es imposible cuando sus mentes están acostumbradas a acudir a la guerra como única solución.

En el movimiento scout tenemos la posibilidad de hacer un gran trabajo al introducir una educación práctica en justicia y juego limpio. Ambas cosas mediante juegos y competiciones en el campo, y a través de arbitrajes, cortes de honor, juicios simulados y debates en el local (Gaceta de la Dirección, 1912)”

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El conocimiento y la relación con los demás evita temores infundados, y por tanto el intercambio constante entre muchachos fomentará ese respeto y comprensión del otro:

“El único paso real que se ha dado hasta ahora en la consecución de ese fin (la paz) se halla en el movimiento scout, donde, con nuestra hermandad ya establecida en cada país y adquiriendo cada día un mayor contacto y un sentimiento de compañerismo mediante correspondencia e intercambio de visitas,estamos ayudando a establecer intereses comunes y amistades que finalmente y consecuentemente conllevarán el desarme y la paz permanentes (Diario de la Dirección 1914)”

imagesEntre los años veinte y treinta del siglo pasado, Baden-Powell centró todos sus esfuerzos en lo que denominó la “Liga de la Juventud”, que vendría a ser la rama juvenil de la “Liga de Naciones” (creada en 1919 y precursora de la actual ONU), con la finalidad de establecer un nuevo orden mundial basado en la buena voluntad, el entendimiento entre países y la paz.

Muy bien, argumentarán algunos, pero… ¿cómo encaja todo esto con sus ideas patrióticas?

Es cierto que en los primeros años su mensaje hizo bastante hincapié en el patriotismo (lógico pues iba exclusivamente dirigido a los muchachos británicos), pero tras la primera contienda mundial trató de poner ese sentimiento patriótico en su justo lugar, con equilibrio.

En “Roverismo hacia el éxito” (1922) tenemos un claro ejemplo:

250px-Rovering_to_successEn el desarrollo de nuestro patriotismo no debemos olvidar el peligro de desnaturalizarlo convirtiéndolo en un nacionalismo estrecho. Está bien sentirse orgulloso de su país, pero sin menospreciar los otros países ni ponerlo sobre un pedestal más alto que el que en realidad merezca. El mejor patriotismo es ayudar al crecimiento de la nación, a su eficiencia y a que tome el lugar que le corresponde entre las demás naciones del mundo. Las Gran Guerra ha demostrado una cosa que antes desconocían los pueblos y es que los países son interdependientes en sus tratos y en su comercio, y que solamente con buena voluntad de parte de todos y cooperación, el mundo puede prosperar y ser feliz.”

Baden-Powell procuró siempre animar el intercambio y la relación entre los scouts y guías de los diversos países mediante publicaciones, establecimiento de correspondencia, la organización de viajes internacionales, Jamborees mundiales, e incluso (en los años 30) cruceros de buena voluntad con escalas en varios países (que por cierto serían un hito en el mundo del turismo, pues podemos hablar de los primeros cruceros chárter).

Aunque no pudo ver ese mundo de paz que anhelaba (pues murió en mitad de la 2ªGuerra Mundial) siempre se quedó con la sensación de que había “plantado la semilla” y que con el tiempo esta germinaría y daría los frutos esperados.

Este mensaje de entendimiento y buena voluntad entre los pueblos es lo que ocasionó la nominación del fundador al Nobel de la Paz en varias ocasiones.

Como sabréis, Alfred Nobel estableció en su testamento que dejaría la mayor parte de su fortuna a una serie de premios, según determinados requisitos. En concreto, y referente al Nobel de la Paz:

“a aquella persona que haya entregado lo mejor de su trabajo en pos de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos y promover y llevar a cabo congresos para la paz”

El viejo Jefe, fue nominado nada menos que 21 veces en 5 años distintos, en 1928, 1933, 1937, 1938 y 1939. (Podéis encontrar las nominaciones en esta página).

De hecho, se argumenta que era uno de los candidatos más considerados en 1939 aunque en ese año no se entregó premio alguno debido al estallido de la contienda mundial.

Aquellos que lo proponían debían justificar su decisión y aquí os plasmo algunas como ejemplo (muchas otrasargumentaciones las podéis ver aquí):

Especialmente en los últimos años, Sir Robert Baden-Powell ha usado su gran influencia para MOP_Patch_Purplecementar la amistad entre los muchachos de diferentes naciones y facilitar los medios para su libre intercambio, de modo que conlleve el entendimiento, el respeto y finalmente la oportunidad de grabar en la mente adolescente el ideal de una Paz mundial duradera”

O esta otra de la delegación japonesa en 1928:

El Movimiento Scout, cuyo espíritu se fundamenta en el sincero amor entre compañeros, más allá de la diferencia de nacionalidades, religiones y razas, tiene como objetivos unir al conjunto de la humanidad bajo un profundo sentimiento de fraternidad y establecer, a través del mutuo respeto y cooperación, la paz permanente y la interdependencia entra las naciones. Desde que este ideal fuera propuesto por Sir Robert Baden-Powell, han pasado veinte años (estamos hablando de 1928), y hoy participan en este movimiento internacional cuarenta y dos países y 2.000.000 de muchachos”.

Tan sólo agregar que Olave Baden-Powell también fue nominada en 1959.
BP entregó sus últimos 30 años de vida a la creación y la causa del movimiento scout. Juzgarlo a la ligera o de manera sesgada no es justo ni lógico. Su vida, su obra y su dedicación bien merecen que se le mantenga en el recuerdo del escultismo internacional como figura clave de la que sentirnos orgullosos.

 

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