Escultismo Para Muchachos: Un manual de Buena Ciudadanía haciendo vida de campaña
1 octubre, 2010

Por Juan Pablo Gutierrez Alzate, Jefe de Tropa, publicado en Revista LAS

[mudthumb:picasa,jupagual3,5522937872591164705,1]“Somos un Movimiento, no una Organización” Baden-Powell

[mudslide:picasa,0,jupagual3,5522937872591164705,2,190,left]Siempre me han sorprendido mucho aquellas personas que, anquilosadas en el pasado, se resisten a los cambios que se les presentan. Esas personas, permítaseme decirlo abiertamente, no tienen cabida en el Movimiento Scout, porque somos precisamente eso: un Movimiento.

Baden-Powell tuvo una excelente experiencia en el campamento que organizó y llevó a cabo en la isla de Brownsea en Inglaterra, del 30 de Julio al 10 de Agosto. Allí comprobó las ideas que tenía de que los jóvenes bien estimulados pueden hacer mucho por el bienestar de su Patria.

Estas ideas le surgieron cuando fue protector de Mafeking (Sudáfrica) y se valió de un cuerpo de jóvenes cadetes que le colaboraron para obtener información del flanco contrario, conformado por los Boers, colonos holandeses que pretendían hacerse con el control de la pequeña pero estratégica ciudad sudafricana.

El campamento confirmó entonces las ideas que ya campeaban en la mente de B-P, por ello decidió plasmarlas en un libro, en el que además incluyó sus aventuras en la India y en otros lugares.

Así nació la obra ‘Escultismo Para Muchachos: Un manual de Buena Ciudadanía haciendo vida de campaña’, que circuló en fascículos quincenales, que fueron una sensación editorial en todo el Reino Unido. Durante el primer año de su edición ‘Escultismo Para Muchachos’ fue superado en ventas sólo por dos obras, una de ellas la Sagrada Biblia. [mudslide:picasa,0,jupagual3,5522937872591164705,3,200,right]

Pero he aquí uno de los hechos que hace que el nuestro, tal como lo afirma Baden-Powell en la frase que usamos como epígrafe, no sea una Organización sino un Movimiento.

Ocurrió que a finales de 1908 nació la Asociación Scout de Malta, la primera Asociación Scout distinta a ‘The Scout Association’ fundada por B-P al ver el espontáneo crecimiento de su Movimiento.

Este hecho aparentemente sencillo, tiene una implicación gigantesca en la historia de nuestro movimiento, toda vez que el ‘Escultismo para Muchachos’ era una obra pensada y especialmente redactada, para los jóvenes Británicos.

Las sucesivas ediciones del Escultismo, que se surgían por haberse agotado las anteriores, ya circulaban por varios países del mundo: India, Chile, Paquistán, Australia, Italia, etc. Esto se vio reflejado en los números del Movimiento que aumentaban exponencialmente, al pasar de 25 miembros (los participantes del campamento de Brownsea), a cerca de un millón de miembros, la mitad de los cuales estaban por fuera del Reino Unido, en menos de 5 años.

William “Green Bar Bill” Hillcourt (1900-1992), Scout norteamericano de origen danés, gran amigo de Baden-Powell y entusiasta sin descanso del Escultismo en USA y en el mundo, se percató que la gran expansión del Movimiento Scout se basaba en la distribución del libro base que como ya dijimos, fue redactado para un público netamente inglés. Fue así como él acudió al Comité Scout Mundial, propietario de las obras de B-P para solicitar la autorización para adaptar el ‘El Escultismo para Muchachos’ a un lenguaje más internacional, que fuera comprensible y contextualizable en todas las culturas.

[mudslide:picasa,0,jupagual3,5522937872591164705,1,260,center]

Green Bar Bill, conocido como el Jefe de Tropa Mundial, recibió la autorización que solicitaba y así nació el ‘Escultismo para Muchachos: Edición de la Hermandad Mundial’ publicado en 1946, obra que respetaba al extremo el espíritu que el fundador había imprimido en la original, y suprimía algunos elementos típicamente británicos que pudieran constituir barreras a Scouts de otras latitudes. El libro que conocemos hoy es entonces un ejemplar de la edición de la hermandad mundial.

A modo de conclusión podemos afirmar que si pudo cambiar el libro que es base de nuestro movimiento, pueden cambiar muchas otras cosas, siempre y cuando estos cambios estén en la línea de la misión que tenemos de empoderar al mayor número de jóvenes para que jueguen un rol constructivo en la sociedad, pues mantenerse firme en los principios es más fácil si podemos adaptar los medios que usamos para llevarlos a la práctica y por ello reitero que siempre me han sorprendido mucho aquellas personas que, anquilosadas en el pasado, se resisten a los cambios que se les presentan. Esas personas, permítaseme repetirlo, no tienen cabida en el Movimiento Scout, porque somos precisamente eso: un Movimiento.

[mudslide:picasa,0,jupagual3,5522937872591164705,4,200,center] [mudslide:picasa,0,jupagual3,5522937872591164705,5,200,center]

Tomado de: http://www.revistalas.com/?p=75