Una nueva frontera: Pasto
31 agosto, 2010

Por Juan Pablo Castañeda – Caballero Errante.

Pasto: 1°12’52.48″N 77°16’41.22″O

“El Scout es amigo de todos y hermano de cualquier Scout sin distinción de raza, credo o posición social”.

La Ley Scout y cada uno de sus puntos se hace sin lugar a dudas difícil de aplicar, es inevitable mencionar como cada punto compromete al individuo en una búsqueda y en una constante evolución de tal promesa; hoy a más de 100 años de ser escrita sigue tan vigente y tan difícil de cumplir como lo fuera antes, y ante la aventura de aceptar la Promesa y la Ley en nuestra vida no se puede hacer más que el mayor esfuerzo para cumplirla.

He de hablar con el más sincero criterio y decir de la forma más cordial que puedo, que tal punto de la Ley Scout  sin dejar de lado otros, se ven reflejado en la cordial y sincera amistad de nuestros anfitriones, qué buenas historias podemos contar gracias a su indudable confianza, en virtud de su gran compromiso con la Ley, con la Promesa, el Clan IV Tibayes sólo puede ofrecer su más sincero agradecimiento y sin duda su amistad Scout.

San Juan de Pasto

Un tal Iván…

Llegamos a la ciudad tras el único bus de categoría buena de todo el viaje, donde la silla de verdad reclinaba y que no hacía cantidades indecibles de paradas para recoger gente en el camino, donde cantantes improvisadas de música popular no se subían a recoger su sustento y a aturdirnos con sus alaridos desafinados, donde se podía dormir bien, y tras el zigzagueante camino llegamos a San Juan de Pasto. Tan bueno fue el bus que llego una hora antes de lo que teníamos presupuestado y terminamos tirados en el terminal helándonos y esperando a un tal Iván.

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Pues quizás sea difícil mencionar a todos los artífices de nuestra gran aventura por Pasto pero qué buen recuerdo que nos dejaron. Cuando llego Iván no llego solo, llego con Alvarito quien tenía un cronograma de actividades para hacer, sin duda discutido y planeado en el cual nos iríamos involucrando y nos llevaría por el territorio de Nariño. Luego del terminal la casa de Alvarito (alias Valentino), con desayuno abordo y un baño que para mala fortuna mía y por ser el primero que se baño, fue con el agua más helada posible, todo por no bajar la cuchilla debajo de la cosita aquella que no encontré, luego nos llevaron a el convento de San Felipe Neri lugar donde pasaríamos la noche.

Literalmente vendimos nuestros fluidos vitales para poder viajar, teníamos que vacunarnos contra la fiebre amarilla como requisito fronterizo, y en el centro de atención donde fuimos nos enredaron de tal forma que cuando menos pensábamos estábamos indefensos mientras, cual película gay de vampiros, nos succionaban la sangre. Mi sangre es un tesoro A Negativo el resto era agua sangre, pero ahí se hizo una buena acción, luego nos reunimos con más de nuestros anfitriones y después de un almuerzo zarpamos literalmente a la laguna de la Cocha, un hermoso lugar donde sopla un viento helado, un bello contraste entre el agua y las montañas.

Dimos un paseo en una chalupa o piragua, no sé cómo llamarlo pero fue un muy buen recorrido, yo pase un susto pues llevaba mi niña (me refiero a mi cámara), el señor de la embarcación se paró en el borde y yo juré que nos volteábamos, casi lloro. Luego ya en tierra firme una conversación amena al calor de unos hervidos, que es una bebida típica compuesta por jugo de maracuyá, mora o lulo más chapil, un licor autóctono de la región (¡que vaina tan deliciosa y tras una donación de sangre no saben cuánto se puede multiplicar su efecto!)

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De nuevo en Pasto y de sorpresa en sorpresa, teníamos una bienvenida con la que no contábamos, en un lugar llamado la Peña, Rovers de muchos Grupos Scouts nos esperaban para lo que luego sería una gran fiesta con animadoras inmersas en su baile típico y un poco más de hervidos, concierto y remate… luego la segunda discusión del viaje que resumiremos en dos frases de los dos bandos, dejo al lector  para que escoja su favorita:

–         ¡Triunfó la amargura sobre el activismo, la pereza sobre la alegría!, o…

–         ¡Pesó el cansancio sobre la lujuria!.

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A madrugar, pues al otro día temprano partiríamos para Las Lajas, santuario en homenaje a la aparición de la Virgen María. Yo insisto en que no entiendo cuál fue el motivo para que La Virgen se callera en ese cañón, ¡qué vaina tan abajo!, ¿será que también estaba lavando sus trapitos sucios en la quebrada como la señora que la vio?, yo no sé, pero raro sí es, en todo caso fue otra gran oportunidad de seguir con nuestras fotos clichés por todo el recorrido, en una de las Iglesias más lindas que he conocido.

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Tras de ello volvimos a Ipiales, y ahí estábamos ante uno de los clichés mas grandes de la comunidad del sur ‘El Cuy’, y nosotros presa de la intriga y el desconocimiento entramos a tan sanguinario lugar donde ‘Los Cuyes’ empalados se asaban en el carbón, el resto es obvio (recomendaciones de viajero: yo no lo volvería a hacer).

Regresamos a Pasto, donde uno de los integrantes de nuestro Clan de origen nariñense nos invitó a un lugar donde se encontraba una amiga suya y en la conversación con ella salió a la luz el pasado oscuro del muchacho y ante su actual compañera salió a relucir una más antigua y de origen más diverso llamada Electra, con cuyas historias escandalizamos a la mesa y que para los efectos de explicar diremos que todo fue un invento (guiño, guiño).

El Día en Pasto

‘¡Final, final, no va más!’. Esta historia se terminaba este día, pues esa noche nos encontraríamos con la delegación Colombia y a partir de ese momento ya no seriamos el Clan IV Tibayes, sino el Clan IV Tibayes Colombia, (pero eso será otra historia), ese día seguimos con nuestra misión caza clichés, recorrimos todo Pasto y cuanta iglesia, museo e instancia histórica se pudo, nutriendo nuestra aventura y aprendiendo de una cultura que siendo tan diferente nos acogió de gran manera, enseñándonos sus costumbres e ideales, su historia que aun haciéndonos tan diferentes nos une en el multiculturalismo de esta nación.

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¡Qué viva el carnaval y qué viva la feria!, nos seguiremos viendo.

Gracias Grupo Scout 8 San Felipe.