¡Campamento Universitario… como Scouts!
6 junio, 2012

Por: Laura López y Santiago Tabares

«El campamento es con mucho la mejor escuela para dar a los muchachos las cualidades de carácter» Baden-Powell

El pasado 23 de mayo mi compañero Santiago Tabares Martínez y yo nos encaminamos a la ciudad de Armenia para participar en el IV Campamento Nacional Universitario; pero en esta ocasión no estaríamos representando a nuestra universidad, sino al Grupo Scout IV Pirsas.

Este proceso comenzó en el 2011 con el área de Bienestar de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM), la idea era realizar un campamento basado en la convivencia ciudadana y habilidades para la vida, pero, con el toque Scout que nos identifica. La universidad líder del campamento era la Universidad del Quindío, pero la UAM y la Universidad Nacional de Colombia – Sede Manizales decidieron ser parte de este proceso de planeación.

Con reuniones semanales, Santiago y yo les hablamos sobre nuestro sistema de valores basados en la Ley y la Promesa Scout, actividades, juegos y nuestros campamentos con diferentes temáticas. Entre las diferentes ideas que aportamos nos enfocamos en la del concepto de crear ciudad y entornos en el que los estudiantes pudieran adoptar roles. La idea fue comentada a la Universidad del Quindío donde fue aprobada por el Consejo de Bienestar. La propuesta final se trataba sobre la convivencia ciudadana y qué mejor que los estudiantes se desenvolvieran y atravesaran por diversos retos que implica la ciudad misma.

Después de un periodo de planeación de actividades, Santiago y yo nos dirigimos a la ciudad de Armenia. El primer día nos encontramos con el consejo de Bienestar de la Universidad. Ese día nos presentaron, nos hicieron cientos de preguntas sobre campamentos y viajes, compartimos ideas sobre la organización y distribución del campamento y acordamos encontrarnos muy temprano para ir a la Tebaida (Quindío), lugar de la finca de la Universidad, al día siguiente.

El jueves muy temprano llegamos a la finca, sin perder el tiempo comenzamos a realizar el tabú que marcaría todo el sitio del campamento (¡Qué oportuna fue la clase de nudos que días antes nos impartió Freddy, por lo menos para mí!). Delimitamos cuatro áreas diferenciándolas con colores, cada zona sería una comunidad con al menos 8 pobladores.

 

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Regresamos a la Universidad, recibimos a los participantes y después de explicarles los objetivos y reglas pasamos a darles las pañoletas como distintivo. Puedo decir que ese fue uno de los mejores momentos del campamento, explicarles lo que significaba la pañoleta y el instante de ponérselas llenó de mística a los equipos, e hizo que el sentimiento de competencia y apropiación de estos creciera.

Nos dirigimos de nuevo a la Tebaida y empezamos a montar campamento, con paciencia y gusto enseñamos cómo se debían armar las carpas, poner los plásticos e inventar sobre techos ya que muchos creían que no eran necesarios, muchos se mostraban abiertos a lo que les indicábamos y solo se escuchaba como nos llamaban de los diferentes equipos “Scouts” “Boys” etc, etc. Los ciudadanos se fueron para participar en una de las actividades que ofrecía la Universidad del Quindío que trataba de las debilidades y fortalezas del área de bienestar, mientras que Santiago y yo comenzábamos a armar la fogata para las actividades de la noche.

A eso de las 08:00 P.M. empezaron los artistas del fuego a darnos su espectáculo, una mezcla de música, baile y fuego que nos entretuvo durante media hora y como acto final prendieron la fogata que habíamos armado, luego de eso llegaron los cuentistas que con sus actos nos estremecieron todos los sentidos con la historia de la guayaba manzana ácida, compañera del limón y amante de la sal… y, para acabar, una ronda de canciones por parte de la Universidad Nacional y obvio, otra ronda de preguntas por parte de los estudiantes sobre qué eran los Scouts, historias sobre familiares que estaban en diferentes grupos del país y algunas de nuestras actividades.

El viernes fuimos los primeros en estar listos (¡Dando ejemplo como siempre!), a las 07:00 A.M. estábamos desayunando y hablando con los encargados de la logística sobre nuestros papeles en la ciudad, no nos sorprendió que nos dieran el papel de policías. Jugamos durante toda la mañana con alcaldes, cajeros, curas, madres solteras y otros roles, incluso camarógrafo, en el que Santiago participó con mucho gusto. A eso de las 12:00 M pasamos a almorzar, un rato de piscina y continuamos con las actividades de habilidades para la vida y derechos humanos a cargo de los Scouts, Universidad Nacional y Universidad Autónoma de Manizales.

¡Las actividades fueron un éxito! Los dividimos en grupos e hicimos juegos por bases tales como Kim, un súper teléfono roto, ríos con residuos nucleares,  etc. y enfocados siempre en la convivencia ciudadana. A parte de risas sirvió para la reflexión de cómo ven otras personas con discapacidades el mundo y como debíamos ponernos en sus zapatos. A eso de las 08:00 P.M. nos fuimos a comer y en seguida evaluamos las actividades con 100% de opiniones positivas. Para cerrar el campamento la Universidad del Quindío ofreció un show que nombraron “A yo me llamo” y una miniteca zanahoria hasta las 02:00 A.M.

El sábado, último día, se hizo la evaluación del campamento, con muchas opiniones positivas  nos despedimos del grupo de bienestar de la Universidad del Quindío y satisfechos con una labor bien hecha nos encaminamos para Manizales.