Una nueva frontera: Jambol, Quito Ecuador
15 septiembre, 2010

Por Juan Pablo Castañeda – Caballero Errante

¿Cómo se inicia un evento internacional?

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Después de un largo viaje, después de dejar nuestra ciudad de origen y tras respirar aires de climas diferentes, de alturas distintas, de latitudes nuevas, de culturas y acentos marcados, de sabores y colores, tras el toque autentico del mestizaje, tan diferente como lo somos nosotros mismos y tras un gran viaje nos unimos en una sola delegación; ya el interior, la frontera, y el sabor de cada región deja de ser un tono diferente y se convierte en un rasgo de unidad, ahora todos juntos con todas nuestras diferencias somos Colombia.

Así puede describirse como inicia nuestro viaje como Delegación Colombia al vecino país del Ecuador, en la casa del Grupo Scout 2 Javeriano en Pasto, recibimos la pañoleta y la bandera con la cual nos identificaríamos todos, a la cual representaríamos, además usamos el nuevo diseño de pañoleta de delegación internacional que realizó la nación, quiero destacar el éxito de tal cambio, pues ahora representa aun mas nuestra cultura y fue muy bien recibida por otras delegaciones ( aunque la tela aun tiene que mejorar pues se daña fácil), en formación especial, donde conocimos a los que serían nuestros dirigentes de delegación, y recibimos la bendición de nuestro viaje.

Luego una gran comilona de pollo en la cual seguramente nadie quedo con un rezago de hambre, esa noche después de una charla, descansamos en una de las aulas del colegio, pero no voy a dejar de destacar un hecho que cambio la noche y para nuestra desgracia la madrugada, un Scout de los asistentes del cual no voy a mencionar su nombre por su propia seguridad y al cual por motivos de entendernos pondremos el sobrenombre de “Chepe”, llevó seguramente encargada por sus padres una cámara de royo; en mi juicio automática de la que el caballero aquel según nos conto sólo lleva dos rollos de 12 fotos, (seguramente las nuevas generaciones no tendrán idea de tal tecnología de las cámaras análogas que funcionaban muy bien antes). “Chepe” llevó una de esas y decidió gastar uno de los dos rollos de 12 fotos que tenía en la única noche que estaríamos en Colombia y gastar el otro en los muchos días que tendríamos en Ecuador. Casi que puedo decir sin miedo a equivocarme que del rollo de 12 fotos yo aparezco en ocho (mínimo). Pero ahí no paró la historia, luego de acomodarnos en el salón, en aquella madrugada de sueño multi-regional, mucho antes de la hora estipulada un sinfín de flachazos iluminaban el salón y al despertar me di cuenta que aquel sujeto feliz presionaba el obturador de la cámara cual paparazi barato, despertando a todos…

Así empieza el viaje y tras los tropiezos normales de una despedida salimos a una nueva frontera.

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[chapter:Una nueva Frontera]

Quito: 0º15´0´´S  78º´3524´´O

Pasamos la frontera y el pasto no se hizo de color diferente, ni el cielo se hizo más azul, pasamos la frontera y las vacas comían del mismo pasto y nosotros respirábamos del mismo aire, pero ya éramos extranjeros, y tras varios controles de patrullas fronterizas y retenes nos fuimos internando en un nuevo horizonte, que nos llevaría irremediablemente a Quito.

El clan en el viaje: cabe destacar que de todo el país Scout sólo cuatro rovers se decidieron a viajar, y los cuatro eran amigos, y no por coincidencia los cuatro pertenecían a la misma región y al mismo grupo… pues sí lo que hasta la frontera era el Clan IV Tibayes pasó a ser el Clan IV Tibayes Colombia (como lo decía en una nota anterior).

El ambiente en el viaje: pues ahí estábamos partiendo y no íbamos a hacerlo callados, estábamos allí después de un gran viaje y tras meses de planeación y en unión con muchas regiones y entre cánticos, chiflas y bullicio llegamos, seguramente más amigos, sintiendo un sentimiento de unidad… pidiendo a gritos la deportación inmediata de las tres Rolas.

Jambol primer día:

Después de llegar a Quito al Parque Itchimbía, pasamos una noche fría en un salón de un colegio aledaño, al otro día nos desplazamos al sitio del campamento, y mientras se levantaban el tabú y las carpas éramos testigos del arribo de más y más delegaciones, armamos la portada e izamos el pabellón nacional, justo en el momento en que mi vida pendía de un madero que se levantaba entre dos trípodes y mientras caía un aguacero, yo me afanaba para terminar el último amarre de la estructura.

También levantaban las carpas de una comida de mantel blanco a la cual la Presidencia de la República de Ecuador nos invitaba,  cánticos y risas en la que sería la inauguración del evento, que contaría con muchos invitados especiales de los cuales destacaba la presencia del Señor Presidente: Rafael Correa. Habrá sin duda que abrir un paréntesis en este momento pues tras tristes altercados, nuestros países cayeron en una diplomacia fría y por situaciones que el lector debe conocer (sino investigará) tales países rompieron relaciones y las conversaciones  diplomáticas no estaban en su mejor momento.

Ahí  estábamos prestos a recibir a tal mandatario del cual oíamos tanto en reseñas noticiosas, que leíamos en los periódicos, que hablaba en la turbiedad de tales dificultades, y no sólo lo vimos, nos tocó ser parte de su cuerpo de seguridad y empujar la gente para que lo dejaran llegar a la ceremonia y entre tanto y tanto intentar sacar una foto con aquel mandatario, lo importante no es en sí la persona de Rafael Correa, sino la importancia del Movimiento Scout y el apoyo de la nación ecuatoriana al movimiento en cabeza de su señor presidente, representante de las decisiones democráticas de todo un país y lo que personifica como jefe de estado.

Del afán no queda sino el cansancio, después de la inauguración pudimos hablar directamente con el mandatario, le regalamos una manilla y nos sacamos la foto típica, nos escribió en la bitácora de viaje y pasó tanto tiempo entre nosotros que literalmente nos aburrimos y nos fuimos.

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[chapter:La Historia de Quito]

Al otro día a caminar por el centro histórico, sin duda muy bien conservado, de la capital, con toda su historia religiosa y sus templos muy ornamentados, se realizó una visita guiada, incluyendo el palacio de gobierno, iglesias, entre otros, y luego una yincana recogiendo pistas y resolviendo pruebas por todo el Quito viejo, después de lo cual regresamos al campamento a comer una merecida cena.

Hay que abrir otro paréntesis: La comida fue, quizá, el único punto que no llenó nuestras expectativas. No quiero saber de nuevo qué es tapioca, qué es comer un solo pan de desayuno, ni ver un chocho más en mi vida (es un maní tostado que no me gustó).

Aprovechando los paréntesis sucesivos debo hacer otro: La costumbre ecuatoriana de cantar La gallinita. Tal canción es una canción en la cual a quien va dirigido debe bailar, a nosotros la delegación internacional más numerosa del evento y más animada, en la comida nos ponían a bailar ‘La Gallina’ a almuerzo, desayuno y cena, más nuestros cantos típicos, al punto que nos tocaba pedir una pausa para comer, por lo anterior nos hicimos muy conocidos en todo el evento, la gente se tomaba fotos con nosotros cual popstars baratos y con nuestra manilla oficial que tenía gran parte del evento.

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[chapter:Scout Ñan]

Era la faceta de aventura del viaje, en un sendero con una buena caminata, lleno de cascadas y camitas por el río, en la cual debían hacer una serie de pruebas y cumplir el recorrido final, nosotros como grupo de apoyo fuimos asignados a bases, yo en una cascada a un lado de un puente con una amiga de la región. Jorge Mario y Juan Diego, como cosa rara, juntos en un paso de control en el que solo debían mirar si los grupos iban bien. Pues se durmieron en el punto y al despertar se vieron rodeados por una cantidad de vacas que estuvieron a punto de pisarlos.

Después del buen recorrido de nuevo al parque. En la noche tendríamos que presentarnos como nación en la tarima haciendo algo típico colombiano, tras ver a otros países , subimos a la tarima y Juan Pablo Vásquez en su rol de músico tocó varias canciones de nuestro folclor con el apoyo de toda la delegación.

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[chapter:Cotopaxi, La unión]

Ya éramos una delegación unida y ahora, la prueba, respirar el pesado aire de un volcán nevado que en su cima llega a los 5897 metros sobre el nivel del mar, un viaje con las ventanillas abiertas para aclimatarnos. Al llegar nos advirtieron que el acenso iba a ser más difícil pues en el momento se presentaban grandes ventiscas. Apenas descendimos del bus a los pies de la montaña el viento nos empujaba y tras de eso el refrigerio que nos habían mandado no le cayó bien a algunos de los muchach@s  (¡chochos!) que tuvieron que quedarse en el bus, y otros que intentaron subir por el mal de altura no lo lograron, entre ellos uno de los dirigentes de Huila, Sergio Vargas, que pasó del calor de Neiva al frío de altura y por ello víctima de un soroche impresionante, más la caída de Chepe.

Esa noche se terminaba el Jambol y la expectativa había sido más que superada. El evento fue grande, en organización y desarrollo del programa, nos llevó por destinos turísticos de Ecuador y nos dejó con un buen sabor de boca.

No nos podíamos ir sin antes rematar con una fiesta, con todas las delegaciones, que empezó como normalmente y terminó en un baile típico que mi inhabilidad recalcitrante para la danza y el ser doblemente surdo me impidió bailar, pero sin duda la grata compañía ayudo (aclaro de las otras delegaciones) (…) cerró con broche de oro a tal evento.

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[chapter:El regreso desde la Mitad del Mundo]

Al día siguiente se desmontó el campamento y todas las delegaciones partieron hacia sus ciudades de origen, pero los colombianos continuamos con nuestra aventura y entonces salimos hacia la mitad del mundo 0°0´0´´. En el sitio logramos la hazaña  de parar un huevo en la cabeza de una puntilla (esto pasa por estar en toda la línea del Ecuador), también nos hicieron varias e impactantes demostraciones de porque ese sitio sí era la mitad del mundo.

Al salir de este sitio salimos hacia un centro comercial donde se perdió uno de nuestros compañeros del Grupo Scout 2 Javeriano de Pasto; después de esta pérdida y su triunfal encuentro salimos de nuevo hacia el parque Itchimbía donde pasaríamos la noche, para salir madrugados hacia el norte del planeta es decir hacia nuestra frontera.

Efectivamente madrugamos, empacamos en el bus de la Liga Deportiva Universitaria de Quito, que nos llevaría hasta la ciudad de Pasto, durante el recorrido hubo un incómodo voleo de chochos propiciado por las tres rolas y los Javerianos, durante nuestro recorrido paramos en la ciudad de Otavalo, ciudad de artesanos donde se consiguen todos los artículos imaginables, todo en lana. Allí compramos los recuerdos para nuestras familias y amigos; continuamos  nuestro recorrido hasta que llegamos al puente Internacional Rumichaca, frontera colombo-ecuatoriana, allí cantamos canciones típicas colombianas y seguimos hasta Pasto con la nostalgia característica al final de un buen viaje.

Al llegar a la ciudad de Pasto, especialmente al Colegio Javeriano, estaban todos los papás de los pastusos esperándolos, pero para nuestro destino final todavía faltaban 17 horas de viaje; los residentes de Pasto se fueron a sus casas y los de fuera fuimos invitados a un asado de bienvenida en al casa de un dirigente del Grupo Scout 2 Javeriano.

Allí comimos, cantamos y compartimos todos nuestros recuerdos, en esta casa estuvimos hasta las 3 de la mañana, hora en la cual salimos  hacia el terminal de transportes para dirigirnos hacia la ciudad de Cali en donde estos 4 valientes Rovers nos separamos, pues Juan Diego debió seguir para Bogotá, los otros tres seguimos hasta Pereira donde Juan Pablo Castañeda y Juan Pablo Vásquez se quedaron en campamento con la tropa IV Turzagas y Jorge Mario Ceballos continuó hasta llegar a nuestra Manizales del Alma…

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Y así termina este gran sueño… Sueño que confirmó la grandeza de nuestro movimiento, que dejo recuerdos indelebles en nuestras mentes, que fortaleció nuestros lazos de amistad y que por sobre todas las cosas demostró que “LA FELICIDAD ES SER SCOUT”.

No podemos terminar  esta historia sin antes agradecerle a nuestros grandes nuevos amigos.

Muchas gracias Jefe Manuel Felipe Martínez por haber encabezado la delegación del Grupo Scout Colombia. Gracias a las delegaciones de Chile, España, Panamá, Estados Unidos, Ecuador, Bogotá, Quindío, Huila, Cundinamarca y en especial a la región de Nariño que nos acogió con total desinterés y nos confirmaron que el Scout es hermano de cualquier Scout. Gracias a Iván Jaramillo, Mario Villota y Álvaro Cadena y a todos los Rovers de Nariño por recibirnos y aguantarnos en la previa al Jambol, de ustedes nos llevamos lo mejor: su amistad.

No queda más que extenderles una invitación a nuestra Manizales, en donde con seguridad serán muy bien recibidos.

CLAN IV TIBAYES COLOMBIA

“Con la ciencia que es noble armadura, y la fe que es férrea coraza, vigilamos la recia estructura del Hogar, la Patria y la Raza”

Juan Pablo Castañeda Muñoz – Caballero Errante

Juan Pablo Vásquez Ceballos – Virgata

Juan Diego Escobar Mejía – Búho con alma de Tigre

Jorge Mario Ceballos Naranjo – Tigre Blanco